Nota del periódioco AM de León
15/MAYO/2008
Enemigo conocido
Luis Abraham Muñoz Esquivel
Si alguien conoce ‘al dedillo’ las debilidades del León, ése es Juan Carlos Chávez.
El técnico de Dorados de Sinaloa colocó un cuadro en apariencia precavido, con tres centrales en el fondo, cuatro hombres en medio campo, un enganche y dos puntas.
El trabajo de David Henríquez como el hombre que sobra en la defensa, con Aldo Polo y Luis Padilla, resulta fundamental para el modo en el que despliegan su futbol, con trazos desde el fondo intentando ubicar a la gente que se abre por los costados.
Carlos Pinto es un elemento que por derecha es la principal salida de Dorados, comiéndose metros para conectarse con Lucas Silva, que nominalmente aparece pegado a la banda.
Por el otro lado, es menos frecuente la incorporación de Aldo Polo, pues ahí respetó a un Juan Carlos ‘Romita’ Rojas, elemento del León que hace mucho daño con sus escapadas, pero que terminó exhibido al colocarle a Lorenzo Ramírez.
Con Pinto y Lucas Silva, Dorados no sólo pudo generar sus jugadas ofensivas más importantes, sino que le cargó la mano a un Raymundo Torres no tan natural para la marca, con complicaciones para cambiar de perfil, y de paso, colocó un auténtico tapón para que el de Guanajuato no pudiera agregarse al ataque.
En la recuperación es loable el esfuerzo de Aurelio Molina, quien hace el trabajo sucio para que César Luis Gradito sea el hombre importante de la generación ofensiva.
Como en el juego de la temporada regular en que ganaron 3-2 en Culiacán, Juan Carlos Chávez le dio confianza a Renato Rivera, que se motivó de manera importante, apareciendo como un tercer atacante pero de mucha movilidad para destroncar a la zaga.
De esta forma, Rivera, Mario Padilla y Lucas Silva cuando lograron conjuntarse, hicieron de Dorados un equipo con personalidad, sin necesidad de un centro delantero natural, pues ayer se dieron el lujo de dejar en la banca Mauro Gerk y Bardo Fierros.
Al León se volvió a complicar solo su accionar con la enorme cantidad de balones que entregó de forma por demás inocente.
Su esquema se vio afectado con la lesión de Borboa, ya que cuando éste elemento estaba fuera del campo llegó la primera anotación justo en la primera vez que se animó Aldo Polo, gracias a que no tenía a quien marcar.
Sin esperar a que reaccionara el León, Dorados apostó por agobiar al León y encontró el premio con dos goles que en el balance, no supo manejar en el arranque del segundo tiempo.
León logró reestablecer su futbol de toques verticales y explosivos con Quiñones, Bareiro, ‘Romita’, Hibert y Romero, con variantes por ambos costados.
Para Dorados fue clave el ingreso de Jonatan Prado, quien se juntó con Rivera y Gradito para recuperar el toque y el control de las acciones.
15/MAYO/2008
Enemigo conocido
Luis Abraham Muñoz Esquivel
Si alguien conoce ‘al dedillo’ las debilidades del León, ése es Juan Carlos Chávez.
El técnico de Dorados de Sinaloa colocó un cuadro en apariencia precavido, con tres centrales en el fondo, cuatro hombres en medio campo, un enganche y dos puntas.
El trabajo de David Henríquez como el hombre que sobra en la defensa, con Aldo Polo y Luis Padilla, resulta fundamental para el modo en el que despliegan su futbol, con trazos desde el fondo intentando ubicar a la gente que se abre por los costados.
Carlos Pinto es un elemento que por derecha es la principal salida de Dorados, comiéndose metros para conectarse con Lucas Silva, que nominalmente aparece pegado a la banda.
Por el otro lado, es menos frecuente la incorporación de Aldo Polo, pues ahí respetó a un Juan Carlos ‘Romita’ Rojas, elemento del León que hace mucho daño con sus escapadas, pero que terminó exhibido al colocarle a Lorenzo Ramírez.
Con Pinto y Lucas Silva, Dorados no sólo pudo generar sus jugadas ofensivas más importantes, sino que le cargó la mano a un Raymundo Torres no tan natural para la marca, con complicaciones para cambiar de perfil, y de paso, colocó un auténtico tapón para que el de Guanajuato no pudiera agregarse al ataque.
En la recuperación es loable el esfuerzo de Aurelio Molina, quien hace el trabajo sucio para que César Luis Gradito sea el hombre importante de la generación ofensiva.
Como en el juego de la temporada regular en que ganaron 3-2 en Culiacán, Juan Carlos Chávez le dio confianza a Renato Rivera, que se motivó de manera importante, apareciendo como un tercer atacante pero de mucha movilidad para destroncar a la zaga.
De esta forma, Rivera, Mario Padilla y Lucas Silva cuando lograron conjuntarse, hicieron de Dorados un equipo con personalidad, sin necesidad de un centro delantero natural, pues ayer se dieron el lujo de dejar en la banca Mauro Gerk y Bardo Fierros.
Al León se volvió a complicar solo su accionar con la enorme cantidad de balones que entregó de forma por demás inocente.
Su esquema se vio afectado con la lesión de Borboa, ya que cuando éste elemento estaba fuera del campo llegó la primera anotación justo en la primera vez que se animó Aldo Polo, gracias a que no tenía a quien marcar.
Sin esperar a que reaccionara el León, Dorados apostó por agobiar al León y encontró el premio con dos goles que en el balance, no supo manejar en el arranque del segundo tiempo.
León logró reestablecer su futbol de toques verticales y explosivos con Quiñones, Bareiro, ‘Romita’, Hibert y Romero, con variantes por ambos costados.
Para Dorados fue clave el ingreso de Jonatan Prado, quien se juntó con Rivera y Gradito para recuperar el toque y el control de las acciones.
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