Mario Osuna considera que en la jugada contra Cuauhtémoc Blanco y que le provocó la expulsión, el jugador supo actuar bien, sin embargo aceptó que le entró fuerte y que espera el castigo no solamente de la FMF sino también del club.
Osuna y Ramírez fueron expulsados en el partido pasado contra el Irapuato donde Dorados fue goleado 4-0.
Las expulsiones calaron fuerte en el dueño del equipo Eustaquio de Nicolás quien al término del encuentro no disimuló su contrariedad y en declaraciones dijo que las expulsiones habían sido falta de respeto hacia todos, sobre todo hacia el público presente que casi llenó el inmueble.
Osuna no está de acuerdo con lo dicho por De Nicolás sin embargo dijo que respeta el punto de vista. Total, parece que ahora con más razón se llevará Osuna su castigo, por lo que hizo y por lo que dijo, porque es evidente que una expulsión para el equipo local sí se puede considerar una falta de respeto al público que asiste con la esperanza de que Dorados dé un buen juego y salga con la victoria y al provocarse una expulsión ya con eso se le está quitando esa esperanza al respetable.
Por cierto algo paradójico que suele observarse en el Banorte es que cuando un jugador de Dorados es expulsado, al abandonar la cancha se lleva una buena cantidad de aplausos por parte de aficionados como si lo hecho fuera una buena acción cuando es todo lo contrario ya que con su expulsión solamente ha perjudicado al equipo local al dejarlo con menos elementos.
Aquí la nota de Noroeste sobre este asunto
"Le supo actuar bien"
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