HUGO CASTILLO CON DORADOS

Ocupará el puesto que tenía Arteaga.

Nota de El Debate de Culiacán

Humberto Solano

El destino llamó a Hugo Norberto Castillo, y ha encontrado en Dorados un proyecto importante, que tuvo la magia necesaria para unir de nuevo los talentos de Castillo y Almirón.
Tras su retiro como jugador, “El misionero” Castillo se fue un tiempo a Ar gentina, donde trabajó con un equipo amateur, después pasó por su ciudad natal, pero alejado del futbol, hasta que tiene la visita a México, donde Almirón lo esperaba con un proyecto en mano.

Castillo fue a Veracruz para hablar con Jorge y a observar a los jugadores. “Vi un equipo muy compenetrado y con
un objetivo claro, todos tiran para el mismo lado y en él existe mucha juventud, y eso es buenísimo; Dorados tiene un potencial enorme en todos sus jugadores y eso es algo que hay que explotar”, explicaba el exjugador.
Histórico.

La llegada de Hugo Castillo ha sido aguardada por un tiempo, pues las condiciones del club no daban las posibilidades para ello, pero Almirón fue paciente para lograrla.

“La amistad también (influye), somos muy amigos (Jorge Almirón y Castillo), pero debíamos coincidir en el tema del
trabajo. Jugamos mucho tiempo juntos y nos inclinamos por una idea futbolística”, explicó Hugo cuando se le pregunto sobre su decisión de venir al club del Humaya.
“El futbol va de la mano con la vida y uno tiene que estar en constante desarrollo”, platicaba Castillo, quien conoce bien el sabor de la gloria, pues le acompaño en más de una ocasión y de gran manera; en el campeonato que le otorgó al América en el 2002, ante el Necaxa con gol de oro, o en la histórica final con Atlas frente a Toluca, en la que las dos escuadras completaron 10 goles en los 180 minutos, y donde los zorros perdieron en t i r o s penales.
La escuela de f u t b o l ofensivo, la conocieron del  ícono , Ricardo A n t o n i o Lavolpe,  en las filas de aquel
Atlas espectacular. “Con Ricardo aprendés muchísimo, después cada quien lo aplica de diferente manera, pero es
obvio que con un técnico como LaVolpe, que es perfeccionista y obsesionado con el trabajo, uno lo aprovecha y aprende muchísimo de eso”, recordó el auxiliar áureo, que reconoce la gran huella que dejó a su paso por el club rojinegro, así como también expresó que fue esa etapa una de las que más le han agradado en lo personal y en lo futbolístico.
Hugo Castillo tiene un talento probado dentro de la cancha y ahora deberá demostrarlo desde la banca a lado de Jorge Almirón.